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Cone
Jasmin Salazar
Escenario
Estamos en el año 2030 y la vida que conocíamos en el 2019 nunca regresó. El covid-19 terminó y todo estuvo bien por unos meses hasta que surgieron mutaciones de este virus las cuales son aún más mortales que el virus de hace 10 años. Esto forzó al mundo a regresar a cuarentena y a la modalidad remota de nuevo. Al no poder salir de nuestras casas y no poder hacer viajes de óseo las emisiones de gas disminuyeron exponencialmente y nuestro planeta ya no recibe tanta polución como antes. Mientras la Tierra iba sanando a lo largo de los años, la salud mental de los trabajadores, estudiantes y sociedad en general fue empeorando. Muchas de las cosas para entretenimiento como cines y parques cerraron por el peligro que imponían en la salud de las personas por lo que la gente tenía muy limitadas las opciones de divertirse, lo cual también afectó mucho en la salud mental de las personas ya que este tipo de interacciones son necesarias para el ser humano. Las empresas que aún no habían quebrado decidieron que el número de empleados de planta tenían que disminuir y ahora la mayoría de los trabajos son contrataciones cortas o indefinidas y la posibilidad de contratar y conseguir empleos se hizo global, ahora una empresa podía tener trabajadores completamente remotos de otros países. Empresas medianas y chicas erradicaron completamente el uso de oficinas físicas por lo que ahora solamente las empresas grandes son las únicas que dan la opción de trabajar en un espacio físico dentro de un edificio los cuales ahora son mucho más chicos que antes.
Las personas no pueden salir de sus casas si no tienen un permiso del gobierno el cual solo lo pueden otorgar una vez a la semana por persona. Pero si perteneces a una empresa con oficinas físicas tienes la libertad de salir cuando sea, pero solamente a las oficinas. Al ser las oficinas la única fuente de socializar físicamente para las personas se vuelven lugares en los que hay mucha gente y a las empresas no les importa con tal de tener a alguien trabajando y generando dinero. La gente al entrar a las oficinas como se sienten “libres” deciden dejar de usar las precauciones de seguridad. A las empresas no les importa que haya un virus aún más mortal y ponen en riesgo la salud de sus empleados con tal de que la economía siga. La problemática en esta realidad es que dentro de las oficinas se vuelve un lugar con mucha gente, pero ni a las empresas ni a los empleados les importa poner en riesgo su salud con tal de salir de sus casas, generar dinero y ver físicamente a los demás. Las mutaciones del COVID ahora viven con nosotros y si salimos corremos el riesgo de infectarnos y al quedarnos encerrados vivimos con el peligro de nuestros propios pensamientos donde nuestro único escape es la oportunidad de ir a una oficina a trabajar.
Concepto
Cone es una prenda para la oficina mexicana enfocada en mantener la seguridad de los trabajadores que asisten a las oficinas ante el nuevo COVID y que al mismo tiempo limite el contacto entre empleados para así mejorar el desempeño laboral. El diseño de esta prenda será incómodo de utilizar con el fin de criticar el regreso prematuro a la oficina y limitar los contactos sociales entre trabajadores para así mejorar su rendimiento. La prenda utilizará telas acústicas para reducir el sonido que entre dentro de ésta y contará con un mecanismo para poder comunicarte con alguien más cuando sea necesario.
