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BULKY
Valeria Morán
Escenario
En un escenario a 10 años donde el Covid-19 evoluciona, después de 2 años de la pandemia, se aplican algunas vacunas pero no todos la tienen. Después de 2 años de cuarentena, la gente se vuelve más susceptible a cualquier virus o bacteria, por esto deben seguir cuidándose y tomando las medidas como sana distancia, cubrebocas, gel antibacterial. Después de esto se normaliza que cada 2 años aproximadamente surja un nuevo virus, y que el sistema de los semáforos permanezca.
Para esto las oficinas ya regresaron a trabajar de manera presencial y es obligatorio que sus empleados asistan. El sistema de horario de trabajo también va a cambiar, se concentran menos personas en una oficina y un empleado no irá todos los días a la oficina, se turnaran entre home office y asistirán de manera presencial. Las oficinas se vuelven más versátiles por la situación y en el mismo edificio la gente puede ir a un club deportivo por parte de la empresa y disfrutar de sus actividades y así mismo invitar a que la gente salga de sus casas. En cuanto a la oficina en sí, se deberá tener espacios propios que mantengan alejadas a las personas pero sin obstruir la interacción entre ellas, para esto el uso de la tecnología en estos espacios será de suma importancia al igual que la adaptación de un espacio individual e interactivo a un espacio privado para juntas, que considero que serán todavía por videoconferencias.
Una parte de la sociedad tiene un síndrome llamado “street-fear”, la gente después de las pandemias desarrolla la misofobia y la fotofobia (al sol), presenta síntomas como ronchas en la piel, migrañas, pánico. Y desarrolla el síndrome de la cabaña.
Concepto
Ya que vivimos en una pandemia constante, se crea un wearable que pretende criticar a través de sus dimensiones voluminosas y su forma, la exageración a las medidas tomadas por el miedo a salir de casa por miedo al contagio. al síndrome de la cabaña y especula sobre qué es lo que pasará con la hipocondría social o el contacto físico que es indispensable para el ser humano. El tamaño de este wearable permite la separación social o la sana distancia entre individuos protegiendo a las personas con el síndrome de la cabaña.
Este wearable crítica a través de sus dimensiones voluminosas y su forma, la exageración a las medidas tomadas por el miedo a salir de casa y al contagio. Y especula sobre qué es lo que pasará con la hipocondría social o el contacto físico que es indispensable para el ser humano. El tamaño de este wearable permite la separación social o la sana distancia entre individuos haciendo que el usuario evite el contacto físico y se sienta más seguro.
