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Priscila Luna

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El estilo de la administración de jerarquías en el ámbito laboral mexicano del sistema clásico, va afectando el rendimiento del empleado por falta de motivación y de una cultura laboral adecuada, en donde se requiere una jornada de trabajo diaria de nueve horas, traduciéndolo a cantidad sobre calidad, ya que existen estudios que indican que al trabajar más horas, se tiende a disminuir el aprovechamiento que se hace de cada una de ellas. Por lo que en un futuro cercano, México seguirá siendo el principal país en el cuál se trabajan más horas, intensificando la distracción y obteniendo menor tiempo de descanso; produciendo cansancio y bloqueos mentales afectando la productividad, así como la salud en el ámbito laboral. Por lo que existirá un desequilibrio y por consecuente un lento avance, influyendo a un menor crecimiento económico en el país.

El tiempo siempre será un elemento importante para los trabajadores y para los espacios de trabajo, ya que siempre contamos con horarios establecidos de nos dicen “que hacer”, como: Llegar temprano, ir a comer, regresar a la oficina, salir a cierta hora, etc. Ocasionando una rutina repetitiva de dependencia a lo intangible. Pero el tiempo pasa, a pesar de las tareas realizadas o no. Obteniendo un espacio laboral mediocre, sin tomar en cuenta el nivel de productividad alcanzado. Por lo que en el futuro, las empresas no van a medir el tiempo, sino la productividad, buscando producir más valor por persona, y por consecuente, mayor resultado para la empresa. Tomando en cuenta que la responsabilidad de quien trabaja, es poner límites y no convertirse en incondicional sino trabajar por resultados. Por lo tanto, trabajar menos de seis horas diarias podría beneficiar el desarrollo, la preparación y el desempeño de los trabajadores. Ya que existe mayor tiempo libre, y aumentan las posibilidades para mejorar.

 

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