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Colaboración/social

Fernanda Ramírez, Mónica Sanchéz, Ulises Gallegos, Valeria Morán

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Escenario

La pandemia del COVID-19 afectó la vida en muchos sentidos; no solo porque dejó graves secuelas físicas en las personas, sino porque cambió radicalmente la forma de vivir e interactuar. Las experiencias previas y la imposición de medidas como “la sana distancia” han demostrado que el aglomeramiento y el contacto físico podrían aumentar significativamente los contagios en caso de la llegada de un nuevo virus. No obstante, tras un periodo de confinamiento tan largo como el que se vivió unos años atrás, las ganas de volver a relacionarse y socializar también están latentes. Por lo tanto, nos encontramos en un punto en el que el miedo a congregarse en un mismo espacio, se enfrenta con el entusiasmo de volver a interactuar con otros. 

Para evitar aglomeraciones, los esquemas de trabajo actuales consisten en un sistema híbrido; las empresas han decidido dividir a sus empleados en bloques, así como calendarizar los días y los horarios en que estos asistirán a la oficina. 

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Ahora bien, con la implementación de este nuevo sistema, los grupos con los que los empleados estaban acostumbrados a convivir se han visto divididos, por lo que es necesario aprender a colaborar y generar nuevos vínculos de confianza con el resto de los compañeros. Por un lado, esto ha impactado de manera positiva, ya que a nivel psicológico las personas se sienten más seguras cuando se relacionan con un círculo de colegas que conocen, pues el lazo emocional que existe transmite confianza para relacionarse.

Por otro lado, el miedo al contagio también ha propiciado que las dinámicas colaborativas se vean afectadas, pues los espacios han creado barreras que dificultan la comunicación. Bajo estas medidas, se han vuelto cruciales los espacios donde los empleados se sienten seguros y cómodos para laborar, sin que esto se convierta en un impedimento para la interacción.

Concepto

Después de observar lo poco flexibles y adaptables que son nuestros espacios de trabajo, esta propuesta de mobiliario busca criticar la individualidad adquirida durante la pandemia, y en su lugar, fomentar la interacción entre colegas mediante espacios donde los empleados se sienten seguros y cómodos para laborar, sin la necesidad de utilizar una barrera física. 

La forma permite distribuir a las personas a una distancia óptima para evitar la invasión del espacio personal, mientras que las paletas giratorias incitan el intercambio de ideas para la colaboración.

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